La mirada hacia uno mismo.

La autoestima tiene que ver con el conjunto de percepciones, evaluaciones, valoraciones, sentimientos y pensamientos que cada persona tiene hacia sí misma. Esta forma de experimentarse influirá en cómo cada persona se relaciona consigo misma, con los demás y con el mundo.
Una persona con una autoestima saludable se reconoce a sí misma en sus capacidades y límites, virtudes y defectos, logros y fracasos, derechos y obligaciones y es capaz de aceptarse, valorarse y quererse con todo ello. Entendiendo que aceptarse no significa no querer cambiar, crecer o superarse, es más, el crecer y superarse como persona es un buen abono para hacer crecer la autoestima.
A veces nos confundimos pensando que una buena autoestima significa sentirse superior o mejor que los demás y no es así. Las personas con alta autoestima se consideran y sienten iguales que las demás personas, igual en dignidad y reconocen diferencias específicas en capacidades, competencias y cualidades. Leer más…