Mejorar la Autoestima: Curar heridas del pasado, cultivar el presente y proyectarse hacia el futuro

La mirada hacia uno mismo.

autoestima

La autoestima tiene que ver con el conjunto de percepciones, evaluaciones, valoraciones, sentimientos y pensamientos que cada persona tiene hacia sí misma. Esta forma de experimentarse influirá en cómo cada persona se relaciona consigo misma, con los demás y con el mundo.

 

Una persona con una autoestima saludable se reconoce a sí misma en sus capacidades y límites, virtudes y defectos, logros y fracasos, derechos y obligaciones y es capaz de aceptarse, valorarse y quererse con todo ello. Entendiendo que aceptarse no significa no querer cambiar, crecer o superarse, es más, el crecer y superarse como persona es un buen abono para hacer crecer la autoestima.

 

A veces nos confundimos pensando que una buena autoestima significa sentirse superior o mejor que los demás y no es así. Las personas con alta autoestima se consideran y sienten iguales que las demás personas, igual en dignidad y reconocen diferencias específicas en capacidades, competencias y cualidades.

 

La autoestima se va formando a través de las relaciones. La mirada de los demás.

Las experiencias de los primeros años de nuestra vida con personas significativas principalmente y las vivencias acumuladas a lo largo de la vida van a ir construyendo la imagen que la persona tiene de sí misma. Por ejemplo:

 

  • Los mensajes que hemos recibido.
  • Las situaciones de aceptación y rechazo, de buen o mal trato que hemos vivido.
  • Las experiencias personales de éxito y fracaso.
  • Las exigencias que nos han transmitido o que nos hemos impuesto.
  • La severidad o tolerancia con la que hemos sido evaluados o juzgados.

 

Todo ello hará que en la persona se vayan despertando y generando diferentes sentimientos, pensamientos, comportamientos y creencias que conformarán esa percepción valorativa y emocional hacia sí misma.

 

Cómo mejorar la autoestima. Pasado, presente y futuro.

Si hemos ido acumulando ciertas vivencias relacionales negativas o experiencias de fracaso puede que eso nos lleve a mirarnos sin valorarnos, a exigirnos demasiado o a ser excesivamente críticos lo que causará un descenso importante de la autoestima con el sufrimiento que esto conlleva. Situación que también puede llevar a la persona a desarrollar una falsa autoestima creando una imagen sobrevalorada de sí misma.

 

Entonces, ante una situación de baja o falsa autoestima, a veces será necesario realizar un proceso de psicoterapia que ayude a:

 

  • Sanar las heridas del pasado que todavía siguen influyendo en nuestro presente, a veces incluso sin darnos cuenta de que están ahí.
  • Construir en el presente una nueva manera de mirarse y tratarse con comprensión, aceptación, valoración, respeto y amor. Cultivando en el presente todas aquellas situaciones, relaciones, actividades que nos llenan, satisfacen y nos ayudan a crecer.
  • Proyectarse hacia el futuro de una manera realista, abierta y flexible. Poniéndose metas que resulten estimulantes y que a la vez estén ajustadas a las capacidades y limitaciones de cada persona y a la realidad que le rodea.

 

Para realizar este proceso de cambio hacia una autoestima más saludable, a menudo se hace necesaria la ayuda de un profesional de la psicología. La psicoterapia ofrece una relación terapéutica que da apoyo, acompañamiento y guía para recorrer este camino de crecimiento y mejora hacia la salud y el bienestar personal.